Su cultivo en nuestro país se remonta a le época fenicia y en zonas como en la región de Valdepeñas se consideraba una uva autóctona reconociéndole unas características diferentes.
En zonas como La Mancha y La Rioja tradicionalmente ha sido históricamente la uva más cultivada, por ello, y por sus características particularmente sensibles a enfermedades y plagas sufrió especialmente durante la plaga de la filoxera, que devastó Europa en el siglo XIX.
La uva tempranillo es tiene una piel gruesa, con bayas de color negro azulado que se cultiva en altitudes relativamente altas pero muy sensible a sequías, inclemencias meteorológicas y altas temperaturas.
Los mejores vinos suelen conseguirse a partir de uvas cultivadas en zonas de alta insolación y con temperaturas nocturnas muy frías.
Esta variedad se cultiva en las comunidades autónomas de Murcia, Navarra, País Vasco, La Rioja, Comunidad Valenciana , Cataluña, Extremadura, Madrid, Aragón, Castilla-La Mancha y Castilla y León.